…Que las personas, las cosas, las situaciones y los ambientes siempre regresan; y que esto no es un enigma sin solución, es una certeza.
En los años setenta -¡qué lejano y repetido parece el siglo XX!- Samuel Beckett escribe:
“Lo que los ojos / de bueno / no vieron bien / los dedos dejaron / de bien hilar / agárralo bien / los dedos los ojos / vuelve lo bueno / mucho mejor”
Y estas palabras siempre vuelven. Todo vuelve siempre y mucho, mucho mejor. Que no se nos olvide.